La fuerza y el impulso mecánico tienen una importancia fundamental en un sector como es el del transporte. La búsqueda de alternativas cada vez más limpias y eficientes y conseguir mantener el ritmo  son algunos de los desafÃos a los que nos enfrentamos cada dÃa. Hay un factor clave a tener en cuenta, y es que la eficiencia en términos de consumo energético va ligada a la búsqueda de una logÃstica y un servicio también más eficientes. No es la primera vez que en Arbegui os hablamos de este compromiso por un transporte más limpio, y las polÃticas públicas a escala europea parecen haber tomado una dirección muy clara a efectos de lograr este objetivo.
La tecnologÃa hacia la eficiencia es uno de los elementos clave de esta transición. El desarrollo de nuevos sistemas que afectan a la conducción ayudan a reducir progresivamente el consumo de combustible, que es la principal causa de las emisiones. En este sentido, los combustibles alternativos juegan una gran baza para el transporte más limpio, con buenos ejemplos como el gas natural comprimido o licuado, que generan menos CO2 que otros hidrocarburos, y reducen notablemente la expulsión de dióxido de nitrógeno, uno de los mayores problemas del transporte pesado.
Las normativas que restringen la circulación o fomentan la renovación del parque móvil son también un tremendo impulso para el transporte de mercancÃas o grandes cargas, promoviendo una mayor eficiencia y respeto por el medio ambiente.